EL
HOTEL DE INSECTOS DEL PILAR
Durante este curso, pondremos en marcha un nuevo proyecto de educación ambiental en nuestro centro: el proyecto de la construcción de un refugio para insectos, conocido también como “hotel de insectos”. Se trata de una construcción artificial que imita el lugar de anidación y refugio natural tanto de insectos adultos como de sus crías.
¿Para qué sirve?
Este refugio va a servir para crear pequeños hogares de insectos polinizadores y controladores de plagas. Además, nos va a obligar a prestar atención a lo pequeño, potenciando una mirada más atenta sobre estos simpáticos hexápodos, su comportamiento, sus hábitos y las funciones que desempeñan en los ecosistemas.
¿Cómo
surge la idea?
La motivación para realizar este proyecto
surge en el departamento de Biología ante la necesidad de aprovechar los restos
de la poda anual del jardín botánico: troncos, ramas y cañas de bambú.
También hay una motivación relacionada con el arte ecológico. Es decir, realizar una intervención artística en un espacio natural que cumpla la función para la que está diseñada y que esté integrada en la estética de nuestro Jardín Botánico.
¿Qué
insectos albergaremos?
Hablemos de nuestros huéspedes. Los principales son las mariquitas, las crisopas y las abejas y avispas solitarias. Todos ellos se conocen como fauna auxiliar, es decir, organismos que nos benefician ya que llevan a cabo el control biológico de plagas y además, polinizan nuestros cultivos y plantas silvestres.
Es importante recordar aquí que
ninguno de estos insectos es peligroso
para los humanos, ni siquiera
las abejas y avispas solitarias. El
motivo es que estas no forman colonias y cada una de ellas debe cuidar de su
prole, lo que hace que no sean agresivas, sino muy tranquilas, no se meten en
líos. No ocurre lo mismo en el caso de las colmenas o avisperos, en los que las obreras deben defender su
nido y no dudarán en mostrar su aguijón ante cualquier amenaza externa.
En cuanto a las conocidas mariquitas y las crisopas, se trata de insectos muy valiosos en los ecosistemas por su acción controladora de plagas, ya que se alimentan de pulgones, ácaros, larvas de moscas y otros insectos perjudiciales.
En definitiva, el Hotel de insectos
nos va a permitir desarrollar la educación ambiental a través de su observación y de dar a estos seres la importancia
que merecen, ya que, a menudo, pasan desapercibidos o, incluso, nos resultan molestos y
repulsivos, cuando lo cierto es que
son de vital importancia para la salud del Planeta.
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